SECUENCIA DE UN ASESINATO
El reportero gráfico, Kenji Nagai de 50 años, fue alcanzado por un disparo del Ejército birmano, que intentó disolver por la fuerza una manifestación en las calles de Rangún. La cifra de víctimas ha sido ofrecida por la MRTV, la televisión estatal.
La casualidad hizo que este periodista fuera testigo del momento en el que el fotógrafo japonés fue abatido por los disparos de los soldados, que habían abierto fuego contra unos 1.000 manifestantes en las calles de Rangún.
Todo ocurrió cerca de la pagoda de Sule, centro de las protestas encabezadas por monjes budistas. Me hallaba cerca de un grupo de manifestantes cuando, de pronto, me vi envuelto en una huida desesperada. La policía y el Ejército disparaban indiscriminadamente contra la multitud y una nube de humo cayó sobre nosotros.
Tras la carrera hacia ninguna parte, un fotógrafo extranjero se acercó a mí para preguntarme si estaba bien. Este compañero creía que el reportero herido era yo. Él sí lo vio caer, pero ya no volvió a levantarse.
Posteriormente, el Gobierno de Birmania comunicó a la embajada de Japón en Rangún que un ciudadano de esa nacionalidad había muerto en medio de las protestas, las más importantes contra la Junta militar birmana en 20 años. La comunicación fue confirmada por la agencia japonesa de noticias Kyodo.
Tras la carrera hacia ninguna parte, un fotógrafo extranjero se acercó a mí para preguntarme si estaba bien. Este compañero creía que el reportero herido era yo. Él sí lo vio caer, pero ya no volvió a levantarse.
Posteriormente, el Gobierno de Birmania comunicó a la embajada de Japón en Rangún que un ciudadano de esa nacionalidad había muerto en medio de las protestas, las más importantes contra la Junta militar birmana en 20 años. La comunicación fue confirmada por la agencia japonesa de noticias Kyodo.
El reportero japonés Kenji Nagai, que murió el jueves durante una protesta en Rangún, estaba habituado a cubrir conflictos y había trabajado en las guerras de Irak y Afganistán, informó la agencia japonesa Kyodo.
El periodista, de 50 años y que trabajaba para la agencia de vídeo nipona APF, grababa el jueves con una pequeña vídeo-cámara las protestas contra la Junta Militar birmana en Rangún cuando fue alcanzado por disparos de los soldados que quisieron dispersar a los manifestantes, según Kyodo.
El Gobierno japonés anunció el jueves que tiene previsto presentar una protesta formal ante las autoridades de Birmania por la muerte de Nagai, aunque de momento evita hablar de sanciones.
En rueda de prensa, el ministro portavoz del Ejecutivo nipón, Nobutaka Machimura, indicó que exigirán "una clarificación de la verdad" y que esperaba que las autoridades birmanas tomasen las "medidas apropiadas para garantizar la seguridad de los ciudadanos nipones" en el país.
"De momento vamos a considerar qué hacer después de los acontecimientos y el resultado de las negociaciones, pero por ahora no estamos pensando suspender de inmediato nuestras ayudas", apuntó Machimura.
Kenji Nagai trabajaba para una agencia de vídeo japonesa y, por voluntad propia, pidió a la dirección desplazarse durante una semana a Birmania para cubrir la revuelta popular contra la junta militar birmana encabezada por los monjes.
Toru Yamaji, el presidente la agencia de noticias de vídeo APF News en la que trabajaba el infortunado, afirmó en una rueda de prensa en Tokio que Kenji Nagai se encontraba en Birmania para "informar sobre la evolución del proceso de democratización de la nación" y fue idea del periodista viajar a este país del sudeste asiático.
Presidente de APF aseguró además que Nagai se encontraba en Bangkok cuando sugirió a su empresa la posibilidad de desplazarse a Birmania, donde llegó el pasado martes. Además, recordó que solía decir que "alguien tiene que ir y cubrir las áreas a las que nadie quiere ir".
El fotógrafo japonés Aika Kano, que trabajó en Irak con el fallecido, aseguró que Nagai era "una persona muy amable y con un fuerte sentido de la justicia", especialmente "sensible al tema de los derechos humanos".
Por su parte, la madre del fallecido, Michiko Nagai, de 75 años, se mostró consternada por la noticia y aseguró desde su casa, en la provincia de Ehime (sudoeste del país), que el reportero no le dijo que estaba en Birmania. "La última vez que estuvo en casa fue hace tres años", explicó su madre, que agregó que, tras descubrir que había ido a Afganistán, le pidió que "no fuera a ningún sitio peligroso".
Nagai estudió un año de inglés en Estados Unidos después de terminar sus estudios en la escuela universitaria y comenzó a trabajar como periodista 'free lance' y a viajar por varios países en guerra.
El Club de Corresponsales Extranjeros de Japón (FCCJ, en inglés) condenó la muerte en Rangún de Kenji Nagai y "el uso de la violencia por parte de las fuerzas de seguridad de Birmania". Asimismo, el FCCJ instó a la junta birmana a "respetar los derechos humanos de los periodistas en el país" y su "derecho a informar".
El periodista, de 50 años y que trabajaba para la agencia de vídeo nipona APF, grababa el jueves con una pequeña vídeo-cámara las protestas contra la Junta Militar birmana en Rangún cuando fue alcanzado por disparos de los soldados que quisieron dispersar a los manifestantes, según Kyodo.
El Gobierno japonés anunció el jueves que tiene previsto presentar una protesta formal ante las autoridades de Birmania por la muerte de Nagai, aunque de momento evita hablar de sanciones.
En rueda de prensa, el ministro portavoz del Ejecutivo nipón, Nobutaka Machimura, indicó que exigirán "una clarificación de la verdad" y que esperaba que las autoridades birmanas tomasen las "medidas apropiadas para garantizar la seguridad de los ciudadanos nipones" en el país.
"De momento vamos a considerar qué hacer después de los acontecimientos y el resultado de las negociaciones, pero por ahora no estamos pensando suspender de inmediato nuestras ayudas", apuntó Machimura.
Kenji Nagai trabajaba para una agencia de vídeo japonesa y, por voluntad propia, pidió a la dirección desplazarse durante una semana a Birmania para cubrir la revuelta popular contra la junta militar birmana encabezada por los monjes.
Toru Yamaji, el presidente la agencia de noticias de vídeo APF News en la que trabajaba el infortunado, afirmó en una rueda de prensa en Tokio que Kenji Nagai se encontraba en Birmania para "informar sobre la evolución del proceso de democratización de la nación" y fue idea del periodista viajar a este país del sudeste asiático.
Presidente de APF aseguró además que Nagai se encontraba en Bangkok cuando sugirió a su empresa la posibilidad de desplazarse a Birmania, donde llegó el pasado martes. Además, recordó que solía decir que "alguien tiene que ir y cubrir las áreas a las que nadie quiere ir".
El fotógrafo japonés Aika Kano, que trabajó en Irak con el fallecido, aseguró que Nagai era "una persona muy amable y con un fuerte sentido de la justicia", especialmente "sensible al tema de los derechos humanos".
Por su parte, la madre del fallecido, Michiko Nagai, de 75 años, se mostró consternada por la noticia y aseguró desde su casa, en la provincia de Ehime (sudoeste del país), que el reportero no le dijo que estaba en Birmania. "La última vez que estuvo en casa fue hace tres años", explicó su madre, que agregó que, tras descubrir que había ido a Afganistán, le pidió que "no fuera a ningún sitio peligroso".
Nagai estudió un año de inglés en Estados Unidos después de terminar sus estudios en la escuela universitaria y comenzó a trabajar como periodista 'free lance' y a viajar por varios países en guerra.
El Club de Corresponsales Extranjeros de Japón (FCCJ, en inglés) condenó la muerte en Rangún de Kenji Nagai y "el uso de la violencia por parte de las fuerzas de seguridad de Birmania". Asimismo, el FCCJ instó a la junta birmana a "respetar los derechos humanos de los periodistas en el país" y su "derecho a informar".
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